TEMA 2. La Revolución Industrial. 1º fase

REVOLUCIÓN INDUSTRIAL







Por Revolución Industrial se entiende el proceso de transformación económico, social y tecnológico que se inició en la segunda mitad del siglo XVIII en Gran Bretaña y que se extendió unas décadas después hasta una buena parte de Europa occidental y Estados Unidos, finalizando hacia 1820 o 1840. Durante este periodo se vivió el mayor conjunto de transformaciones económicas, tecnológicas y sociales de la historia de la humanidad desde el neolítico,1 que vio el paso desde una economía rural basada fundamentalmente en la agricultura y el comercio a una economía de carácter urbano, industrializada y mecanizada.2
La Revolución Industrial marca un punto de inflexión en la historia, modificando e influenciando todos los aspectos de la vida cotidiana de una u otra manera. La producción tanto agrícola como de la naciente industria se multiplicó a la vez que disminuía el tiempo de producción. A partir de 1800 la riqueza y la renta per cápita se multiplicó como no lo había hecho nunca en la historia,3 pues hasta entonces el PIB per cápita se había mantenido prácticamente estancado durante siglos.4
A partir de este momento se inició una transición que acabaría con siglos de una mano de obra basada en el trabajo manual y el uso de la tracción animal siendo estos sustituídos por maquinaria para la fabricación industrial y el transporte de mercancías y pasajeros. Esta transición se inició a finales del siglo XVIII en la industria textil y la extracción y utilización de carbón. La expansión del comercio fue posible gracias al desarrollo de las comunicaciones con la construcción de vías férreas, canales o carreteras. El paso de una economía fundamentalmente agrícola a una economía industrial influyó sobremanera en la población, que experimentó un rápido crecimiento sobre todo en el ámbito urbano. La introducción de lamáquina de vapor de James Watt en las distintas industrias fue el paso definitivo en el éxito de esta revolución, pues su uso significó un aumento espectacular de la capacidad de producción. Más tarde el desarrollo de los barcos y ferrocarriles a vapor así como el desarrollo en la segunda mitad del XIX del motor de combustión interna y la energía eléctrica supusieron un progreso tecnológico sin precedentes.6 7 Como consecuencia del desarrollo industrial nacieron nuevos grupos o clases sociales encabezadas por el proletariado —los trabajadores industriales y campesinos pobres— y la burguesía, dueña de los medios de producción y poseedora de la mayor parte de la renta y el capital. Esta nueva división social dió pie al desarrollo de problemas sociales y laborales, revoluciones y nuevas ideologías que propugnaban y demandaban una mejora de las condiciones de vida de las clases populares como el sindicalismo, el socialismo, el anarquismo o elcomunismo.8
Aún sigue habiendo discusión entre historiadores y economistas acerca del momento de principio y finalización del comienzo de la Revolución Industrial. Su comienzo más aceptado se puede situar a finales del siglo XVIII, mientras su final se puede situar en los comienzos del siglo XX, habiendo dos etapas, la Primera Revolución Industrial, hasta entre 1840 y 1870 y la Segunda Revolución Industrial, desde el periodo de 1840-1870 hasta principios del siglo XX, destacando como fecha más aceptada 1914, año del comienzo de la Primera Guerra Mundial. El historiador marxista Eric Hobsbawm, considerado pensador clave de la historia del siglo XX9 sostenía que el estallido de la revolución ocurrió en la década de 1780, pero que sus efectos no se sentirían claramente hasta 1830 o 1840.10 En cambio el historiador económico inglésT.S. Ashton declaraba que la revolución tuvo sus comienzos entre 1760 y 1830.11 Algunos historiadores del siglo XX, comoJohn Clapham y Nicholas Crafts argumentan que el proceso de cambio económico y social fue muy gradual, por lo que el término «revolución» resultaría inapropiado. Esta denominación sigue siendo un tema de debate entre historiadores y economistas.














COMENTARIOS DE TEXTOS

PRIMERA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL / INGLATERRA



“La Revolución industrial inglesa fue precedida, por lo menos, por doscientos años de constante desarrollo económico (...).
Las principales condiciones previas para la industrialización ya estaban presentes en la Inglaterra del siglo XVIII o bien podían lograrse con facilidad (...).
Hacia 1750 es dudoso que se pudiera hablar con propiedad de un campesino propietario de la tierra en extensas zonas de Inglaterra y es cierto que ya no se podía hablar de agricultura de subsistencia (...). El país había acumulado y estaba acumulando un excedente lo bastante amplio como para permitir la necesaria inversión en un equipo no muy costoso, antes de los ferrocarriles, para la transformación económica. Buena parte de este excedente se concentraba en manos de quienes deseaban invertir en el progreso económico (...). Además Inglaterra poseía un extenso sector manufacturero altamente desarrollado y un aparato comercial todavía más desarrollado (...).
El transporte y las comunicaciones eran relativamente fáciles y baratos, ya que ningún punto del país dista mucho más de los 100 km. del mar, y aún menos de algunos canales navegables (...).
Esto no quiere decir que no surgieran obstáculos en el camino de la industrialización británica, sino sólo que fueron fáciles de superar a causa de que ya existían las condicione sociales y económicas fundamentales, porque el tipo de industrialización del siglo XVIII era comparativamente barato y sencillo, y porque el país era lo suficientemente rico y floreciente para que le afectaran ineficiencias que podían haber dado al traste con economías menos dispuestas.”

E. Hobsbawm. Industria e Imperio.



PRIMERA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL


“Parece razonable suponer que, sin el aumento de la producción a partir de 1740, el aumento correspondiente de la población habría sido frenado por el aumento del índice de mortalidad, provocado por la baja de los niveles de vida. Parece igualmente probable que, sin el crecimiento de la población (...), la Revolución Industrial se habría retrasado por falta de mano de obra (...). Parece, asimismo, que el aumento de las posibilidades de empleo provocado por la Revolución Industrial impulsó a la gente a casarse y a formar familias a una edad más temprana que en el pasado y que incrementó las expectativas medias de vida.”

Ph. Deane. La primera revolución industrial


REVOLUCIÓN AGRÍCOLA

                          


"Lord Townshend, embajador inglés en Holanda y Secretario de Estado, abandonó su carrera política en 1730 y se retiró a sus propiedades en Norfolk. Inspirándose en los métodos que había visto practicar en los Países Bajos, drenó el suelo, lo abonó con estiércol, inició los cultivos que se sucedían en rotaciones regulares sin agotar nunca la tierra ni dejarla improductiva, sembró prados y forrajes para el ganado. Algunos llamaban a este par de Inglaterra "Lord Nabo". Al caballero del siglo XVII, que había sacado la espada en las guerras civiles, le sucede el "Gentleman Farmer".

Mantoux. La revolución industrial en el siglo XVIII




REVOLUCIÓN AGRÍCOLA 



“Lo que convencionalmente se denomina revolución agrícola es un fenómeno localizable en un reducido número de países. Consolidada durante el siglo XVIII en Inglaterra, extendida después a la fachada occidental europea y a regiones muy delimitadas de Centroeuropa, como consecuencia de la disolución de los regímenes señoriales, se caracteriza por una transformación radical de los sistemas de producción: paulatina desaparición del barbecho y sustitución por la rotación de cultivos, que incrementa el volumen de las cosechas; diversificación de cultivos en estrecha ligazón co la expansión ganadera; ampliación del número de cerramientos y tendencia a la concentración de parcelas para un uso más racional; incorporación de un nuevo instrumental agrario, de maquinaria y abonos. Todo ello da como resultado un aumento sostenido de productividad del excedente comercializable, estimulado por la demanda de los núcleos urbanos que no dejan de crecer. En suma, la agricultura rompe definitivamente el círculo vicioso del autoabastecimiento y se convierte en pieza básica en la configuración de los mercados nacionales.”
A. Bahamunde. La revolución agrícola y la industrialización




REVOLUCIÓN EN LOS TRANSPORTES



“De las obras y establecimientos públicos para facilitar el comercio de la sociedad.
En primer lugar, de los que son necesarios para la mayor facilidad del comercio en general.

Que sostener aquellas obras públicas que facilitan el comercio de un país, como son los caminos reales, los puentes, los canales navegables, los puertos, etc, han de necesitar diferentes grados de coste y expensas según los distintos períodos de la sociedad, es tan evidente que no necesita demostración. Los gastos para abrir y sostener los caminos públicos de cualquier país no pueden menos de aumentarse con el producto anual progresivo de la tierra y del trabajo del propio país, o con el aumento de la cantidad de efectos que es necesario que se conduzcan y pasen por aquellos caminos. La fortaleza y solidez de un puente habrá de ser también proporcionada al número y peso de los carruajes que han de rodar regularmente sobre ellos. La profundidad y caudal de aguas para un canal navegable no pueden menos do corresponder al número y cabida de toneladas de los barcos que regularmente deben navegar por ellos, Y la extensión de un puerto al número de bajeles que han de fondear y abrigarse en él.
No aparece como indispensable que los gastos de obras semejantes, a lo menos para su conservación, deban obtenerse de lo público (...). La mayor parte de aquellas obras pueden mantenerse de modo que ellas mismas den de sí lo suficiente para su propio coste, sin imponer esta carga al ramo de aquellas rentas públicas.
Cuando los carruajes que pasan por los caminos reales y puentes, y los barcos que navegan por los canales pagan el impuesto de portazgo a proporción de su peso, cabina y toneladas, contribuyen para sostener aquellas obras con una exacta proporción al deterioro y daño que ocasionan. No parece posible hallar un método más equitativo de sostener las obras públicas. Además, este impuesto, aunque verdaderamente lo anticipa el conductor, viene a pagarlo en definitiva el consumidor de los géneros que aquél conduce, pues a él es necesario cargarle el coste en el precio de los bienes vendibles. Pero como los costes de la conducción se aminoran considerablemente por medio de aquellas obras públicas, los efectos no pueden menos de venderse más baratos de lo que se venderían si no existiesen aquéllas, a pesar del impuesto, porque éste nunca levanta tanto aquel género como lo baja la comodidad de la conducción, y de este modo la persona del consumidor, que paga el impuesto, gana más de lo que pierde con este sobreprecio. El desembolso es exactamente proporcionado a su ganancia, y no viene a ser otra cosa que ceder cierta parte de utilidad por sacar otra mayor, con lo cual es imposible imaginar sistema más equitativo de imponer una contribución.”


Adam Smith. La riqueza de las Naciones. 1776


REVOLUCIÓN DEMOGRÁFICA



“La población, si no encuentra obstáculos, aumenta en progresión geométrica. Los alimentos tan sólo aumentan en progresión aritmética. Basta con poseer las más elementales nociones de números para poder apreciar la inmensa diferencia a favor de la primera de estas dos fuerzas.
Para que se cumpla la ley de nuestra naturaleza, según la cual el alimento sea indispensable a la vida, los efectos de estas dos fuerzas tan desiguales deben ser mantenidos al mismo nivel.
Esto implica que la dificultad de la subsistencia ejerza fuerza sobre el crecimiento de la población una fuerza y constante presión restrictiva. Esta dificultad tendrá que manifestarse y hacerse cruelmente sentir en un amplio sector de la humanidad”.

T. R. Malthus. Primer ensayo sobre la población.



MAQUINISMO / OPOSICIÓN. 

http://lh3.ggpht.com/-Tdm9nA4Op9c/T_kQD8ianaI/AAAAAAAAFUU/K80CbZr9h8s/revolucion-industrial-en-inglaterra_thumb%25255B2%25255D.jpg?imgmax=800


“Hasta el siglo XVIII había muy poca necesidad de capitales, debido al corto número de máquinas empleadas en los talleres. Los capitales entonces se dirigían o hacia la tierra o hacia el comercio marítimo (...). En el origen de muchas empresas industriales, se encuentra una aportación de capitales, individuales o familiares, de poco valor, pero suficientes (...). Los beneficios anuales fueron regularmente reinvertidos, lo que explica el rápido incremento del capital, estimulado, naturalmente, por los buenos negocios (...). Parece que la industria británica financió ella misma en lo esencial sus cambios (...).”
Sin embargo, esta autonomía no es total, y en particular la incidencia del comercio exterior -tanto por la aportación de capitales procedentes del negocio, como por el papel de las exportaciones en el desencadenamiento de las olas inversionistas- se muestra muy importante.”
C. Föhlen. La revolución industrial.



MAQUINISMO / OPOSICIÓN. 



“El obrero artesano, en general, comparte su trabajo con el maestro. Hay entre ellos relaciones de igualdad. Algunas veces son amigos. Su trabajo, tal vez de más difícil ejecución que el nuestro, tiene el aliciente de la variedad y el atractivo de la aprobación de los demás. Nuestro trabajo se verifica bajo opuestas condiciones. Metidos en cuadras donde impera una severa disciplina, parecemos un rebaño de esclavos sujetos a la vara del señor. Colocados junto a las máquinas, somos servidores de éstas. Desde las cinco de la mañana hasta las siete y media de la tarde siempre hacemos lo mismo. Para nosotros, lejos de ser el fabricante nuestro igual, es el ojo vigilante y el espía de nuestras acciones. Nunca trabajamos bastante. Siempre descontento de nosotros, no podemos menos de ver en él nuestro tirano.”

Escrito de un obrero (26 de junio de 1856). Extraído de “Los hiladores de Barcelona”, en Historia de España, Ed. Labor, Vol. VIII.




INNOVACIONES TÉCNICAS / MÁQUINA DE VAPOR. 




“La máquina de vapor permanecerá siempre asociada al nombre de James Watt. Fue una mejora decisiva; redujo el consumo de combustible de la máquina y permitió que se pudiera utilizar en casi cualquier parte (…). El rendimiento del combustible pasó de menos de un 1 % en la máquina de Newcomen a un 4,5% aproximadamente en la de Watt (…). La obra de Watt combinaba el genio inventivo con el afán de bajar los costes. El mismo Watt decia (...) que “su mente perseguía la construcción de máquinas que fueran tan baratas como buenas” (...). En la historia de la tecnología, Watt es comparable a Pasteur en la biología, a Newton en la física o a Beethoven en la música.”
J. Mokyr. La palanca de la riqueza. 1993.


INNOVACIONES TÉCNICAS. TEXTIL

“Es un hecho curioso que, en los comienzos de la industria algodonera, todas las operaciones, desde el tratamiento inicial de la materia prima hasta su salida en forma de tejido, se efectúan bajo el techo de la casa del tejedor. En un segundo período, con la mejora de las técnicas, la práctica era la de fabricar los hilados en la fábrica y tejerlos a domicilio. En la actualidad, ahora que esta industria ha llegado a su madurez, todas las operaciones, que ponen en juego medios mucho más amplios y complejos, se efectúan en un solo edificio...
En las fábricas movidas por el vapor, el algodón es cardado, bobinado en mechas, hilado y transformado en tejido, y una sola fábrica es suficiente para producir la misma cantidad de metros para la que antes era precisa la mano de obra de toda una región.”

R. Gueston. Historia abreviada de la manufactura de algodón

EXTENSIÓN DE LA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL / EUROPA



“Puede concluirse que la Revolución Industrial Inglesa no tuvo un paralelo concreto entre los países continentales. En ninguna otra parte asumió el proceso de industrialización el mismo carácter autónomo u orgánico; en ninguna otra parte fue tan completo —como fenómeno nacional— ni tuvo tanto éxito a la hora de cambiar toda la estructura social. Es más, en el contexto europeo este término tiende a adoptar un significado distinto. Con él se cubre todo el proceso con el que se crean las condiciones sociales y legales para el pleno desarrollo del capitalismo frente a la resistencia de los beneficiarios del antiguo orden agrario e industrial, proceso que en Inglaterra había empezado un siglo o más antes de la industrialización. Incluso en los casos en que, como en Alemania, se produjo un crecimiento muy rápido de la industria —de tal modo que lo que en Inglaterra había durado un siglo aproximadamente se condensó allí en un par de décadas—, el impacto pleno de la transición estuvo restringido a ciertas regiones y, a pesar de toda su rapidez, fue menos completo. El peso sustancial del sector agrario, las supervivencias preindustriales en la sociedad y la persistencia de regiones atrasadas dan testimonio de ello. Durante el siglo xix la industrialización europea tendió a ser un fenómeno principalmente regional y la transformación de las economías globales como unidad siguió siendo menos completa que en Inglaterra. Incluso Bélgica, el más pequeño de los países industriales, tenía su región agraria atrasada. Alemania, el éxito industrial sobresaliente entre las grandes potencias, siguió manteniendo un gran sector agrícola y algunas de las caracteristicas de una economía dual. Aunque también en Francia se habían sentado las bases de una economía moderna entre los años de 1880 y 1914, la transformación fue aún menos completa. En Rusia, los prometedores interregnos de rápido crecimiento industrial tendían a la imposición de un tope o a la intensificación de las tensiones y debilidades internas, debido a la influencia coercitiva de las viejas estructuras heredadas. Italia arrostraba el handicap de la falta de recursos naturales y del fracaso del capitalismo por llevar a cabo una transformación completa del sector agrario y disminuir su peso en la economía o de resolver la cuestión sur. En todas las demás partes, la industrialización fue simplemente un fenómeno regional, y la creación de economías nacionales modernas, aunque estaba en curso, distaba mucho de ser completa. En cierto sentido, pues, lo que cabe destacar al hablar del continente, es lo inacabado y la dispersión geográfica de su transformación industrial, si se la compara con Inglaterra. Por comparación con el resto del mundo, sin embargo, Europa fue el área par excellence del capitalismo avanzado."
Tom Kemp. La revolución industrial en la Europa del siglo XIX.

EXTENSIÓN DE LA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL / ALEMANIA



“Puede concluirse que la Revolución Industrial Inglesa no tuvo un paralelo concreto entre los países continentales. En ninguna otra parte asumió el proceso de industrialización el mismo carácter autónomo u orgánico; en ninguna otra parte fue tan completo —como fenómeno nacional— ni tuvo tanto éxito a la hora de cambiar toda la estructura social. Es más, en el contexto europeo este término tiende a adoptar un significado distinto. Con él se cubre todo el proceso con el que se crean las condiciones sociales y legales para el pleno desarrollo del capitalismo frente a la resistencia de los beneficiarios del antiguo orden agrario e industrial, proceso que en Inglaterra había empezado un siglo o más antes de la industrialización. Incluso en los casos en que, como en Alemania, se produjo un crecimiento muy rápido de la industria —de tal modo que lo que en Inglaterra había durado un siglo aproximadamente se condensó allí en un par de décadas—, el impacto pleno de la transición estuvo restringido a ciertas regiones y, a pesar de toda su rapidez, fue menos completo. El peso sustancial del sector agrario, las supervivencias preindustriales en la sociedad y la persistencia de regiones atrasadas dan testimonio de ello. Durante el siglo xix la industrialización europea tendió a ser un fenómeno principalmente regional y la transformación de las economías globales como unidad siguió siendo menos completa que en Inglaterra. Incluso Bélgica, el más pequeño de los países industriales, tenía su región agraria atrasada. Alemania, el éxito industrial sobresaliente entre las grandes potencias, siguió manteniendo un gran sector agrícola y algunas de las caracteristicas de una economía dual. Aunque también en Francia se habían sentado las bases de una economía moderna entre los años de 1880 y 1914, la transformación fue aún menos completa. En Rusia, los prometedores interregnos de rápido crecimiento industrial tendían a la imposición de un tope o a la intensificación de las tensiones y debilidades internas, debido a la influencia coercitiva de las viejas estructuras heredadas. Italia arrostraba el handicap de la falta de recursos naturales y del fracaso del capitalismo por llevar a cabo una transformación completa del sector agrario y disminuir su peso en la economía o de resolver la cuestión sur. En todas las demás partes, la industrialización fue simplemente un fenómeno regional, y la creación de economías nacionales modernas, aunque estaba en curso, distaba mucho de ser completa. En cierto sentido, pues, lo que cabe destacar al hablar del continente, es lo inacabado y la dispersión geográfica de su transtormación industrial, si se la compara con Inglaterra. Por comparación con el resto del mundo, sin embargo, Europa fue el área par excellence del capitalismo avanzado."
Tom Kemp. La revolución industrial en la Europa del siglo XIX


EXTENSIÓN DE LA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL / ALEMANIA / ZOLLVEREIN


“En el curso de una sola generación, Alemania pasó de ser una colección de estados económicamente atrasados que formaban un conglomerado político en el centro de Europa, a constituir un imperio unificado de rápido avance gracias a una industria en acelerada expansión y fundada sobre una adelantada base tecnológica. Esta transformación, al estar acompañada por un recurso deliberado a la fuerza militar como instrumento de política nacional y por un nacionalismo exacerbado, representó un acontecimiento de importancia histórica capital (...).
Las circunstancias dominantes antes y a lo largo del proceso de surgimiento industrial alemán confirieron al capitalismo de este país sus rasgos específicos. Estos incluían, hablando someramente, una alta concentración del poder económico en las industrias avanzadas, una asociación estrecha entre industria y bancos, así como la combinación de una estructura institucional tradicional y arcaica con las formas políticas separadas, con sus propios sistemas legales, monetarios, de pesos y medidas, y con sus propias fronteras aduaneras.”
T. Kemp. La revolución industrial en la Europa del siglo XIX


TRABAJO INFANTIL



"Sin la introducción de las spinning machines ningún esfuerzo de los patronos o de los trabajadores habría podido satisfacer la demanda comercial.
Estas máquinas fueron usadas en el campo, aunque en un primer tiempo a escala reducida: se creía que doce husos constituían ya una gran instalación. De otro lado, la incómoda posición en que había que colocarse para hilar con dichos instrumentos era inadecuada para los adultos, que veían con asombro cómo niños de 9 a 12 años las manejaban con destreza. De ese modo la abundancia llegó a las familias que hasta entonces habían estado agobiadas por el excesivo número de hijos, mientras que los tejedores pobres se liberaban de la servidumbre en la que habían vivido a causa de la insolencia de los hiladores (...).
El invento y los progresos de las máquinas para reducir el trabajo han tenido una gran influencia en la extensión de nuestro comercio, y asimismo han aumentado el empleo, especialmente de niños, en las industrias algodoneras. Pero los sabios designios de la Providencia implican que en esta vida no haya beneficios que no vengan acompañados de desgracias. Y en estas industrias algodoneras y en fábricas similares hay muchas y obvias desgracias que contrarrestan el crecimiento demográfico que se deriva de la mayor facilidad de trabajo. En esas fábricas se emplean niños de tiernas edades: muchos de ellos, que estaban acogidos en las workhouses de Londres y de Westminster, son trasladados en masa, para hacer el aprendizaje, a industrias situadas a centenares de millas de distancia; en ellas prestan sus servicios ignorados, indefensos y olvidados por aquellas personas a las que la naturaleza o las leyes habían confiado su custodia. Por lo general estos niños están obligados a trabajar demasiado tiempo en ambientes cerrados, con frecuencia durante toda la noche: el aire que respiran está envenenado por el aceite o por otras sustancias utilizadas por las máquinas y nadie se preocupa de sus condiciones higiénicas, al tiempo que los constantes traslados de una atmósfera caliente y densa a otra fría y enrarecida son causa de enfermedades e invalideces, y concretamente de esa fiebre epidémica tan común en esas fábricas. Nos preguntamos si el modo en que estos niños son empleados durante sus primeros años de vida no va en detrimento de la sociedad. Por lo general, al término de su periodo de aprendizaje ya no resisten el trabajo y no son capaces de iniciar otra actividad. Las mujeres no saben coser o tejer y desconocen cualquier otra ocupación doméstica indispensable para ejercer como laboriosas y parsimoniosas mujeres y madres. Esta es una gran desgracia para ellos y para la comunidad, como lo prueba tristemente la comparación entre las familias de los trabajadores agrícolas y las de los obreros de las industrias en general. En las primeras encontraremos aseo, limpieza y bienestar, y en las otras suciedad, harapos y pobreza, aunque su salario sea el doble que el del agricultor. Hay que añadir la falta de una adecuada educación religiosa y de buenos ejemplos, así como que la gran e indiscriminada promiscuidad que reina en estos ambientes es muy dañina para la futura vida moral de estos muchachos. Denunciar estos defectos es también indicar sus soluciones, y en muchas fábricas se han adoptado con verdadera generosidad y notable éxito. Pero, aparte de ello, “la comunidad tiene el derecho de asegurarse que sus miembros no sean deliberadamente ofendidos o abandonados sin atenciones (...).
Desde que se calmó la oposición del vulgo al uso de máquinas para abreviar el trabajo y se convencieron de su utilidad, se han instalado hiladoras en todos los campos de las proximidades de Bolton, sobre todo donde hay abundancia de agua (...).
[En Dukinfiel] esta elaboración del algodón, al tiempo que da trabajo a gente de todas las edades, de otro ha debilitado a muchas personas, o ha retrasado su crecimiento, provocando un alarmante aumento de la mortalidad. Las causas de ello en gran parte deben atribuirse a la nefasta costumbre, justamente desaprobada por el doctor Percival y por otros médicos, de obligar a los niños a trabajar día y noche en las industrias: en ellas las escuadras de muchachos se tumban a dormir en los mismos lechos de los que se ha levantado otra escuadra, impidiendo que las habitaciones sean aireadas".

John Alkln. A description Of the country from thirty to forly miles round Manchester. Londres. 1795.


TRABAJO. CONDICIONES




“Los dueños de las fábricas, ansiosos por mantener en funcionamiento sus máquinas día y noche mientras la industria fuera próspera, ocupaban a hombres, mujeres y niños en jornadas de trabajo de doce a dieciséis horas, de día y de noche.
Cuando comenzaba un período de dificultades económicas con baja en las ventas, los empresarios no dudaban en deshacerse de la fuerza de trabajo: despedían a muchos trabajadores, ya que en la puerta de la fábrica una larga fila de desocupados esperaba el momento en que los propietarios de las fábricas decidieran poner nuevamente en funcionamiento sus máquinas.
Cuando los patronos querían aumentar la producción hacían trabajar más duramente a sus trabajadores. Cuando era necesario reducir la producción, despedían a un número determinado de trabajadores o contrataban personal eventual para que trabajara sólo unas cuantas semanas o meses a cambio de sueldos miserables.
Las jornadas diurnas y nocturnas, absurdamente largas, deben haber provocado una disfunción en la eficacia de los trabajadores; durante algunas de estas interminables horas, el trabajo debe haber dado resultados negativos en vez de positivos”.

Deane. La revolución Industrial en Gran Bretaña. 1953




TRABAJO CONDICIONES


“Las influencias desfavorables, en los obreros, del trabajo de la fábrica son: 1. La desagradable necesidad de constreñir sus esfuerzos intelectuales y físicos a un paso igual al del movimiento de la máquina (...) 2. La persistencia en una posición recta, por espacios de tiempo demasiado largos (...) 3. La privación del sueño por la larga jornada de trabajo (...) Los locales de trabajo, frecuentemente, son bajos, deprimentes, polvorientos y húmedos, el aire impuro, la atmósfera recalentada, y continua transpiración (...) El muchacho de la fábrica no tiene un momento libre fuera del destinado a almorzar, y sólo entonce sale al aire libre (...)”
F. Engels. La situación de la clase obrera. (Informe del Dr. D. Barry). 1845



TRABAJO CONDICIONES




“En esta fábrica trabajan mil quinientas personas, y más de la mitad tienen menos de quince años. La mayoría de los niños están descalzos. El trabajo comienza a las cinco y media de la mañana y termina a las siete de las tarde, con altos de media hora para el desayuno y una hora para la comida. Los mecánicos tienen media hora para la merienda, pero no los niños ni los otros obreros (...).
Cuando estuve en Oxford Road, Manchester, observé la salida de los trabajadores cuando abandonaban la fábrica a las doce de la mañana. Los niños, en su casi totalidad, tenían aspecto enfermizo; eran pequeños, enclenques e iban descalzos. Muchos parecían no tener más de siete años. Los hombres en su mayoría de dieciséis a veinticuatro años, estaban casi tan pálidos y delgados como los niños. Las mujeres eran las de apariencia más saludable, aunque no vi ninguna de aspecto lozano (...). Aquí vi, o creí ver, una raza degenerada, seres humanos achaparrados, debilitados y depravados, hombres y mujeres que no llegarán a ancianos, niños que nunca serán adultos sanos. Era un espectáculo lúgubre (...)”
Charles Turner Thackrah. Los efectos de los oficios, trabajos y profesiones, y de las situaciones civiles y formas de vida, sobre la salud y la longevidad. 1832.



LUDISMO



"En la tarde del viernes, alrededor de las cuatro, un numeroso grupo de revoltosos atacó la fábrica de tejidos pertenecientes a los señores Wroe y Duncroft, en West Houghton (...), y, encontrándola desprotegida, pronto se apoderaron de ella. Inmediatamente la incendiaron y todo el edificio con su valiosa maquinaria, tejidos, etc., fue completamente destruido. Los daños ocasionados son inmensos, habiendo costado la fábrica sola 6.000 libras. La razón aducida para justificar este acto horrible es, como en Middleton, el "tejido a vapor". A causa de este espantoso suceso, dos respetables familias han sufrido un daño grave e irreparable y un gran número de pobres han quedado sin empleo. Los revoltosos parecen dirigir su venganza contra toda clase de adelantos en las maquinarias". ¡Cuán errados están! ¿Qué habría sido de este país sin tales adelantos?"
Annual Register, 26 de abril de 1812


TRANSFORMACIONES DEMOGRÁFICAS Y SOCIALES / URBANIZACIÓN


“Manchester tiene no menos de 40.000 habitantes. La ciudad está construida de modo que puede vivirse en ella durante años y años y pasearse diariamente de un extremo a otro, sin encontrarse con un barrio obrero o tener contacto con obreros, hasta tanto uno no vaya de paseo o por sus propios negocios. Esto sucede principalmente por el hecho de que, sea por tácito acuerdo, sea por intención consciente y manifiesta, los barrios habitados por la clase obrera están netamente separados de los de la clase media.”
F. Engels. La situación de la clase obrera en Inglaterra. 1845


TRANSFORMACIONES DEMOGRÁFICAS Y SOCIALES / CIUDADES INGLESAS




“La miseria es tan grande en Dublín, que un solo instituto de beneficencia, la Mendicity Association recoge cada día a 2.500 personas, esto es, el 1 % de la población, a las cuales atiende únicamente de día, suministrándoles el alimento. Las mismas cosas nos cuenta el Dr. Alison en lo referente a Edimburgo, ciudad cuya magnífica ubicación le ha valido el nombre de Atenas, y cuyo barrio aristocrático, en la parte nueva de la ciudad, contrasta de modo estridente con la enorme miseria del barrio pobre, en la ciudad vieja. Alison sostiene que esta parte de la ciudad es sucia y tan fea como los peores barrios de Dublín y que la Mendicity Association tendria que socorrer en Edimburgo a un número de gente necesitada, proporcionalmente igual al de la capital irlandesa; agrega que los pobres, en Escocia, y particularmente en Edimburgo y Glasgow, están en peores condiciones que los de cualquier otra parte del imperio británico, y que los más miserables no son los irlandeses, sino los escoceses. El Dr. Lee, pastor de la vieja iglesia de Edimburgo, declaró, en el año 1836, ante la Commission of Reliqions Instruction: ”Que no había visto nunca, antes, una miseria como la de su parroquia. La gente no tiene muebles, les falta todo, a menudo habitan dos parejas de esposos en la misma habitación. Un día visitó siete casas en las que no encontró ninguna cama, en algunas ni siquiera paja; personas de ochenta años dormían sobre un armazón de madera. Casi todas permanecían vestidas durante la noche. En un sótano había encontrado dos familias de campesinos escoceses: dos de los hijos habían muerto poco después de haber llegado a la ciudad, el tercero estaba moribundo en el momento en que los visitó; para cada familia había sobre el pavimento un montoncito de paja sucia; además, el sótano -donde no era posible reconocer a una persona en pleno día- también daba alberque a un asno. El ver tanta miseria en un país como Escocia, haría sangrar a un corazón de piedra”. Datos semejantes aporta el Dr. Hennen. en el Edimburgh Medical and Surgical Journal, Por un informe parlamentario sabemos qué inmundicia reina en las casas de los pobres, en Edimburgo; cosa naturalísima, por lo demás, en tales circunstancias. Sobre los barrotes de las camas, las gallináceas encuentran su refugio por la noche; perros y hasta caballos duermen con los hombres en las mismas piezas, y una consecuencia natural es la presencia, en estas habitaciones, de ejércitos de animales parásitos y de una horrible suciedad y hedor. La forma en que está construida Edimburgo favorece todo lo posible este horrible estado de cosas. La ciudad vieja está edificada sobre los dos lados de una colina, sobre cuya loma corre la calle alta (High street). De ésta se desparraman a ambos lados, bajando de la colina, cantidad de sendas estrechas y curvas, llamadas, por lo tortuosas, wynds, y ellas forman el barrio proletario.
Las casas de las ciudades escocesas tienen, generalmente, cinco o seis pisos
-como en París y contrariamente a las ciudades inglesas, donde, en lo posible, cada uno tiene su casa aparte- y cada una está habitada por un gran número de familias; la aglomeración de muchos individuos en una pequeña superficie es, por esta causa, mayor. ‘Estas calles -dice un diario inglés en un artículo sobre las condiciones sanitarias de los trabajadores en las ciudades- son tan estrechas, que desde la ventana de una casa se puede entrar en la casa de enfrente, y las casas son altas como torres, de modo que la luz apenas puede penetrar en los patios y las calles. En estos lugares de la ciudad no existen cloacas, ni hay en las casas cañerías o retretes, y, por lo tanto, cada noche, todas las inmundicias, los residuos y excrementos, de por lo menos 50.000 personas, son arrojados a los albañales, de modo que, a pesar del barrido de las calles, se produce una capa de suciedad estancada y un olor nauseabundo. Y con esto, no solamente se ofende la vista y el olfato, sino que además está dañada, en alto grado, la salud de los habitantes. ¿No es de maravillarse que en tales condiciones estén completamente postergadas todas las normas de salud, la moral y aún de la más elemental conveniencia? Por el contrario, todos los que conocen de cerca las condiciones de los habitantes, pueden testimoniar el alto grado alcanzado por la miseria, las enfermedades y la inmoralidad. La sociedad ha caído, en estos lugares, en un estado de miseria indescriptible, Las habitaciones de las clases más pobres son, en general, muy sucias, y evidentemente no han sido nunca limpiadas; constan, en la mayoría de los casos, de una sola pieza, que por la pésima ventilación y a causa de las ventanas rotas e inadecuadas, es fría, muchas veces húmeda y se encuentra en parte bajo tierra, siempre mal amueblada y, por lo tanto, inhabitable. A menudo, un montón de paja sirve de lecho a una familia entera; sobre él yacen hombre y mujeres, viejos y jóvenes, en una promiscuidad repugnante. El agua se obtiene sólo de pozos públicos, y la fatiga requerida para bombearla justifica, naturalmente, todas las suciedades posibles.
En otras grandes ciudades marítimas no se ve nada mejor. Liverpool, con todo su comercio, su esplendor y su riqueza trata a sus obreros con la misma barbarie. Una quinta parte de la población, es decir, 45.000 hombres, habitan en estrechos sótanos oscuros, húmedos y mal ventilados; de éstos existen en la ciudad 7.862. Además, hay 2.275 patios (courts), es decir, pequeñas plazas con construcciones a los cuatros lados y con un solo pasaje, en general cubierto, y, por lo tanto, sin ventilación. En Bristol fueron visitadas, en una ocasión, 2.800 familias obreras, y de ellas, el 46 % por ciento tenían una sola habitación.
Las mismas condiciones encontramos en las ciudades industriales. Nottingham tiene. en total, 11.000 casas, de las cuales, de siete mil a ocho mil están construidas con el muro posterior en común, de manera que es imposible cualquier clase de ventilación; además, existe una sola letrina en común para muchas casas. En una inspección recientemente hecha se comprobó que muchas filas de casas están construidas sobre húmedos albañales, cubiertos sólo con una capa de pavimento. En Leicester, Derby y Sheffield no se ve otra cosa. Sobre Birmingham informa el articulo citado del Artizan: “En las partes viejas de la ciudad existen muchas localidades sucias y descuidadas, llenas de montones de residuos y cenagales. Los patios, muy numerosos, en Birmingham suman más de 2.000 y albergan a la mayor parte de la clase obrera; son, en su mayoría, estrechos y fangosos, mal ventilados y con malos desagües; encierran de ocho a veinte casas, la mayor parte de las cuales reciben el aire de una sola parte, porque tienen el muro posterior en común con otra casa, y en el fondo del patio existe un depósito de desperdicios, o algo semejante, cuyo aspecto es indescriptible. Debemos señalar que las nuevas construcciones están dispuestas más racionalmente y mantenidas con mayor decencia; y también que en los patios, los cottages están menos apretados que en Manchester y Liverpool. Por esto, en períodos en que dominaban enfermedades epidémicas, Birmingham tuvo un número mucho menor de muertos que Wolvehampton, Dudley y Bilston que están sólo a algunas millas de aquélla. En Birmingham, los sótanos que sirven para habitaciones son desconocidos, aunque algunos locales para sótano sean impropiamente utilizados como ateliers. Las casas de albergue para obreros son bastante numerosas (más de 400), sobre todo en los patios del centro de la ciudad; son casi todas repugnantemente sucias y húmedas, y sirven de refugio a pordioseros, vagabundos (trampers), ladrones y prostitutas, que alli comen, beben, fuman y duermen, sin ninguna consideración a las conveniencias o al confort, en una atmósfera soportable sólo para esa gente degradada".
F. Engels. La situación de la clase obrera en Inglaterra, 1845


TRANSFORMACIONES SOCIALES / VENTAJAS DEL TRABAJO INFANTIL


“La experiencia ha mostrado ya todo lo que puede producir el trabajo de los niños y la ventaja que se puede hallar en emplearlos tempranamente en las labores de que son capaces. El desarrollo de las escuelas de Industria debe dar también resultados materiales importantes. Si alguien se tomase la molestia de calcular el valor total de lo que ganan desde ahora los niños educados según este método, se sorprendería al considerar la carga de que exonera al país su trabajo, que basta para subvenir a su mantenimiento, y los ingresos que sus esfuerzos laboriosos y los hábitos en los que son formados viene añadir a la riqueza nacional."
Discurso de William Pitt en la discusión de Hill Whitbread sobre la asistencia pública. 12 de febrero de 1796



TRANSFORMACIONES ECONÓMICAS Y SOCIALES / LA BURGUESÍA


“La burguesía ha sometido el campo a la denominación de ciudad. Ha creado ciudades enormes, ha incrementado en alto grado el número de la población urbana con relación a la rural. Ha hecho depender a los países bárbaros y semibárbaros de los civilizados, a los pueblos campesinos de los pueblos burgueses, al Oriente de Occidentes. La burguesía va superando cada vez más la fragmentación de los medios de producción, de la propiedad, de la población. Ha centralizado los medios de producción y ha concentrado la propiedad en unas pocas manos.”
Marx y Engels. Manifiesto del Partido Comunista. 1848



MAPAS HISTÓRICOS

La difusión de la Revolución Industrial por Europa

 

Gran Bretaña fue la que inició la Revolución Industrial y posteriormente empezó a afectar algunas zonas de Europa en el siglo XIX, ya que los países del norte y del sur de Europa seguían con sus economías agrarias y EEUU y Alemania seguían viviendo de sus propios recursos hasta la 2º Revolución Industrial en la que Los estados alemanes, Bélgica y Francia comienzan la industrialización.
Después de que se iniciara la revolución industrial en Inglaterra, esta pasó a otros países. Los primeros que recibieron el impulso de la revolución industrial fueron Bélgica y Francia, que son en los que nos vamos a centrar. En Bélgica y en Francia actúan prácticamente los mismos factores que en Inglaterra. A partir de los años 1830 el proceso de industrialización se acelera hasta llegar a los niveles de Inglaterra. Lo primero que se desarrollan son las infraestructuras de comunicación, los ferrocarriles, en los que se invierte incluso en el extranjero, que permitirán llevar los productos industriales a los mercados. Como en Inglaterra, el primer sector que se industrializa es el del textil, y sin embargo el sector de la siderurgia cuesta un poco más incluirlo a la industrialización. En Francia y Bélgica el desarrollo del sector financiero tiene una importancia fundamental, pero aquí se crean bancos nacionales y centrales. El centralismo financiero es una de las características de la industrialización de los segundos países. Al expandirse también afecta, pero en menor medida, a otros lugares como: Piamonte, Catalunya y algunas zonas de Rusia. 


GRÁFICO HISTÓRICO


¿Cómo se comenta? En primer lugar, hay que hacer un análisis descriptivo del gráfico, fijándonos en todo los elementos que hay en él (unidades, período, elementos, tendencia de las variables representadas, si suben o bajan, así como la relación existente entre ellas). Siguiendo el esquema propuesto en el libro, esta parte del comentario debería quedar más o menos así:

Se trata de un gráfico de barras que representa el consumo de lana y algodón en Gran Bretaña durante el período comprendido entre 1741 y 1880, expresado en millones de libras inglesas.

Observamos que tanto el consumo de lana como el de algodón crecen considerablemente durante el período analizado, pero vemos como el consumo de algodón se incrementa mucho más que el de lana. 

El consumo de lana se incrementa lentamente hasta principios del siglo XIX (multiplicándose por dos, aproximadamente, de 57 millones de libras en 1741, a 102 millones de libras en 1805) acelerando el ritmo de crecimiento a lo largo de esta centuria, hasta cuadruplicarse, llegando a 410 millones de libras en 1880)

El consumo de algodón parte de un nivel meramente testimonial (2 millones de libras, en 1841), crece a un ritmo lento a lo largo de la segunda mitad del siglo XVIII (60 millones de libras, en 1805), manteniéndose durante todo este período en niveles inferiores al consumo de lana. A lo largo del siglo XIX, el consumo de algodón se incrementa de forma acelerada, y sobrepasa, con creces, el de lana, llegando a duplicarlo al final del período (950 millones de libras consumidos en tejidos de algodón, frente a 410 millones de libras consumidos en tejidos de lana, en 1880).
Podemos decir que se observan dos claros subperíodos en el amplio espacio de tiempo que representa el gráfico. 
El primero desde 1741 a 1805, en el que el consumo tanto de lana como de algodón crecen a un ritmo lento, manteniéndose por encima en todo momento el consumo de lana, aunque ya se apunta al final de este subperíodo como el algodón empieza a incrementar su ritmo de crecimiento.
El segundo desde 1805 a 1880, en el que se acelera de forma muy destacable la subida tanto del consumo de lana como de algodón, pero observándose un importante cambio respecto al subperíodo anterior: el consumo de algodón supera el consumo de lana, haciéndose cada vez más amplia la diferencia entre ambos.

Como veis, no he hecho más que describir lo que veo, intentando no olvidarme de ningún detalle importante. ¿Y ahora qué? El siguiente paso del comentario es el más importante, hay que interpretar el gráfico, es decir, hay que explicar por qué ocurrió todo lo que he descrito más arriba, qué transformaciones se llevaron a cabo en el sector textil británico para que las dos variables representadas (consumo de lana y de algodón) tuvieran este comportamiento y no otro. Y además, hay que explicar que consecuencias tuvo todo esto para la economía y la sociedad inglesa. Para ello, tenéis que poner en relación lo que habéis estudiado en el tema (vuestros conocimientos sobre las innovaciones técnicas aplicadas a la producción textil inglesa y sobres los demás aspectos de la Revolución Industrial británica) con lo que observáis en el gráfico.

Esta segunda parte os la dejo, por el momento, a vosotros. Intentadlo y lo pondremos en común en clase



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